La industria de la alimentación mantiene el empleo a pesar del frenazo al crecimiento

La inflación impacta en el consumo interno y las exportaciones, con una producción que cae un 2,6 % respecto al 2022

La industria de alimentos y bebidas ha enfrentado presiones inflacionarias en los últimos años, lo que ha impactado en el consumo y ha contribuido a la desaceleración del sector en el 2023. Aunque sigue siendo un sector importante para la economía española, ha sentido los efectos de la inestabilidad económica global.

Esto se desprende del informe económico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), respaldado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que analiza las principales tendencias del sector el año pasado.

Durante la presentación del informe, el secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Fernando Miranda, resaltó el papel clave de la industria alimentaria en el desarrollo del país y su capacidad exportadora, que ha mostrado cifras récord en la internacionalización. También mencionó las estrategias del Ministerio en apoyo al sector, como la Estrategia Nacional de Alimentación y la Estrategia de Prevención de Pérdidas Alimentarias.

La industria alimentaria tiene un papel clave en el desarrollo del país por su capacidad exportadora, que ha mostrado cifras récord en la internacionalización

Miranda señaló, además, que el sector tiene potencial para crecer dentro del Marco Estratégico Nacional para el Sector Agroalimentario (PERTE Agroalimentario). En cuanto al informe de FIAB y el MAPA, destacó la importancia de la industria de alimentos y bebidas tanto en términos económicos como sociales.

Impacto de los conflictos internacionales

Por otro lado, el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo mencionó el impacto negativo de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo en las cadenas de suministro y los costos, así como las consecuencias en el tráfico marítimo. Estos factores, junto con el aumento de los tipos de interés, han afectado el consumo y la capacidad de inversión de las empresas, retrasando sus estrategias de crecimiento.

García de Quevedo subrayó la necesidad de fortalecer la autonomía estratégica del sector para enfrentar un entorno global inestable y elogió los esfuerzos de las empresas, en su mayoría PYMES, por mantener la calidad y variedad de sus productos en este contexto desafiante.

En términos de producción, el sector experimentó una disminución del 2,6 % en el 2023, principalmente debido a la inflación de costos y una menor demanda interna y externa

En términos de producción, el sector experimentó una disminución del 2,6 % en el 2023, principalmente debido a la inflación de los costos y una menor demanda interna y externa. A pesar de esto, el Valor Añadido Bruto creció en un 8%, aunque el crecimiento real fue del 1,4%. La industria de alimentos y bebidas sigue siendo un actor sólido en la economía española, contribuyendo con el 2,3% del PIB y el 18,5% de la industria manufacturera.

El consumo también se vio afectado por la inflación, reflejando una ligera caída del gasto per cápita. En términos de empleo, el sector continúa creciendo aunque a un ritmo más lento que en años anteriores, manteniendo un alto porcentaje de empleados con contratos indefinidos y una proporción significativa de empleo femenino. Las exportaciones, a pesar de mantener una balanza comercial positiva, experimentaron un menor crecimiento debido a las tensiones geopolíticas y la inestabilidad del mercado internacional.