El Certamen del Queso Cabrales celebrará su edición 51 este domingo

La iniciativa suma dos Guiness World Records al queso más caro en una subasta

Se avecina el último domingo de agosto y como ya viene siendo tradición desde hace más de medio siglo, el Certamen del Queso Cabrales celebrará una nueva edición. Lo hará en la localidad de Arenas de Cabrales, Asturias, puerta de entrada a los famosos Picos de Europa. Ahí el jurado elegirá al mejor queso Cabrales del mundo basándose en su color, olor, sabor y demás propiedades que hacen de este queso un manjar único. Las notas se darán en una escala de 126 puntos que decidirá quien es ganador de este año.

“Queremos animar a los jóvenes a que cojan el relevo generacional, para que no se pierda esta tradición”, afirma la presidenta de la DOP Queso Cabrales, Jéssica López

Posteriormente se procederá a la puja donde establecimientos hosteleros de España pugnarán por llevarse la mejor pieza quesera. El pasado año, aunque no llegó a superarse la cifra récord, se alcanzó una cantidad nada desdeñable de 17.000 euros, la segunda mayor de la historia. Muy cerca del actual récord de los 20.500 euros pagados en 2019. En 2022, el galardón recayó sobre la quesería Francisca Bada C. B. Quién vendió su preciado Cabrales al Llagar de Colloto.

“Es un honor que el Certamen, y el Queso de Cabrales, cada vez llegue más lejos y esté en boca de todos”, aseguró la presidenta de la DOP Queso de Cabrales, Jéssica López. “Queremos animar a los jóvenes a que cojan el relevo generacional, para que no se pierda esta tradición porque sería una gran pérdida para Cabrales, Asturias, España y el mundo”, enfatizó.

Un queso apto para todos los públicos

Aparte de la entrega de premios, también se instalará un mercadillo en donde el público general podrá adquirir el queso Cabrales de los productores locales. Un manjar característico con sus vetas verdeazuladas y sus notas picantes desarrolladas en las cuevas de los Picos de Europa. Solo en ese entorno se dan las condiciones de humedad y de temperatura que favorecen el desarrollo de mohos tipo penicillium.

Debido a ello, este producto lácteo fue uno de los primeros en ser amparados por una Denominación de Origen Protegida. Ocurrió en el año 1981 y tan solo el queso Roncal había conseguido esta protección apenas unos meses antes.